¡Hola, amantes de la tecnología! Hoy les traigo una noticia que parece sacada de una película de ciencia ficción: ¡los hongos podrían ser el futuro de la computación! Sí, así como lo lees. Investigadores están explorando cómo los hongos pueden reemplazar o mejorar los componentes de las computadoras actuales. Llegue por medio del video que les dejo a continuación:

Una verdadera locura, así que me puse a leer las noticias y como funciona la cosa, así que abróchense los cinturones por que vamos a viajar al reino tecno-fúngico.

¿Qué Está Pasando con los Hongos y las Computadoras?

En la Universidad del Oeste de Inglaterra, un equipo de científicos está llevando a cabo investigaciones pioneras en su Laboratorio de Computación No Convencional. Este laboratorio es único en el Reino Unido porque mezcla químicos, líquidos, materia biológica y electrónica en busca de nuevos avances tecnológicos. Y ahora, están experimentando con hongos, específicamente con el micelio, que es la red de hilos que forman la parte “subterránea” de un hongo.

Al entrar al laboratorio, podría parecer un lugar normal, con computadoras y equipos científicos por todos lados. Pero si miras de cerca, verás grandes contenedores de plástico con electrodos insertados en una sustancia espumosa, y hasta una placa base con pequeñas setas creciendo encima.

¿Por Qué Hongos?

Los investigadores han encontrado que el micelio, la red de hilos subterráneos de los hongos, tiene la capacidad de reaccionar a pulsos eléctricos de una manera sorprendentemente similar a cómo lo hacen las neuronas en el cerebro humano. Esta similitud abre la puerta a la posibilidad de utilizar micelio para construir componentes de computadoras, como circuitos lógicos y electrónicos básicos. Vamos a desglosar cómo funciona esto y por qué es tan emocionante.

¿Qué es el Micelio?

El micelio es la parte vegetativa del hongo, una red extensa y ramificada de filamentos llamados hifas. Aunque a menudo pensamos en los hongos como las estructuras que vemos en la superficie, como champiñones y setas, la mayor parte del organismo está en realidad bajo tierra en forma de micelio.

Micelio y Neuronas: Similitudes Sorprendentes

En nuestro cerebro, las neuronas se comunican mediante señales eléctricas llamadas potenciales de acción. Estas señales permiten que las neuronas transmitan información a través de redes complejas, procesando y almacenando datos. El micelio, aunque es una estructura biológicamente diferente, puede generar y transmitir señales eléctricas de manera similar.

Cuando los investigadores aplican pulsos eléctricos al micelio, este responde con “espigas” de actividad eléctrica. Estas espigas son muy parecidas a los potenciales de acción en las neuronas. En términos simples, cuando se estimula el micelio en un punto, puede transmitir una señal eléctrica a otras partes de su red.

Imagina que estás en un concierto y la banda toca diferentes notas y ritmos. Tu cerebro procesa estos sonidos y te hace sentir feliz, emocionado o nostálgico. Algo similar sucede con los hongos cuando se les envían pulsos eléctricos. Estas “notas eléctricas” hacen que el micelio reaccione de maneras específicas, creando lo que los científicos llaman “respuestas espigadas”. Estas respuestas son más complejas que los simples ceros y unos que usamos en las computadoras actuales.

Virutas de cáñamo para dar forma a un cerebro, inyectadas con sustancias químicas. Andrew Adamatzky
Virutas de cáñamo para dar forma a un cerebro, inyectadas con sustancias químicas. Andrew Adamatzky

Construcción de Circuitos Lógicos

En la computación tradicional, los circuitos lógicos son la base para realizar operaciones y cálculos. Estos circuitos se basan en la lógica binaria, usando ceros y unos (0 y 1) para representar estados apagado y encendido. El micelio, con sus respuestas espigadas, puede representar estos estados de una manera más compleja. Por ejemplo:

  • Espiga Presente: Puede considerarse como un “1”.
  • Espiga Ausente: Puede considerarse como un “0”.

Además, el tiempo y la distancia entre las espigas pueden agregar una dimensión adicional de información, permitiendo que un solo filamento de micelio represente múltiples estados o funciones lógicas.

Imagina que quieres construir un circuito lógico simple que responda a dos entradas. Con micelio, podrías:

  1. Aplicar un pulso eléctrico en dos puntos diferentes de la red de micelio.
  2. Observar las respuestas espigadas en un tercer punto.
  3. Determinar la función lógica según la combinación de espigas recibidas.

Por ejemplo, si ambos puntos A y B son estimulados y el punto C muestra una espiga, podrías tener una lógica similar a un operador “AND” en computación binaria (donde el resultado es 1 solo si ambas entradas son 1). Si quieres ver como se forman estas estructuras puedes profundizar en un anterior post donde hablamos sobre conceptos básicos de deeplearning.

Ventajas del Micelio en la Computación

La capacidad del micelio para crear una “memoria” al ser estimulado es realmente fascinante. Esto es similar a cómo nuestro cerebro forma hábitos. Por ejemplo, cuando practicas tocar la guitarra, tus dedos “recuerdan” dónde deben ir con el tiempo. De manera similar, el micelio puede recordar ciertas tareas, lo que podría reemplazar componentes esenciales de las computadoras clásicas como el procesador, la memoria y el almacenamiento.

  • Autoregeneración: El micelio puede repararse a sí mismo si se daña, algo que no puede hacer el silicio tradicional.
  • Baja Energía: Funciona a niveles de energía muy bajos comparados con los circuitos electrónicos convencionales.
  • Adaptabilidad: Puede crecer y adaptarse a nuevas configuraciones y problemas de manera orgánica.

Así que la próxima vez que veas un hongo en tu jardín, recuerda que podría ser la clave para la próxima generación de computadoras. ¡El futuro es ahora y está lleno de hongos!

Espero que hayas disfrutado de esta inmersión en el fascinante mundo de la computación fúngica. ¡Mantente atento a más novedades tecnológicas aquí en nuestro blog y no olvides comentar y compartir! Hasta la próxima.