TOGAF Standard, Versión 9.2 año 2018

Anteriormente habíamos creado la especificación. Ahora, es momento de hacer la transición de esa arquitectura. Para eso pasaremos por dos fases mas del proceso ADM. La fase de oportunidades y soluciones, y la fase de planeación de la migración. Recordemos que teníamos los documentos generados de las fases anteriores. Donde se encuentra el estado actual y futuro de esa arquitectura. Lo que se denomino como brecha. Así que ahora comenzamos nuestra planeación a partir de esas salidas.

En nuestra fase de oportunidades y soluciones comenzamos a analizar conceptualmente las entradas que hemos recibido. Es decir, esta fase se convierte en una especie de repositorio en donde evaluamos los aspectos funcionales y no funcionales a través del tiempo. ¿Por qué siempre se trabaja sobre el tiempo? Muy sencillo, por que puede que hallan funcionalidades que no sean relevantes durante la implementación que se está corriendo pero si para posteriores desarrollos. Esto es muy importante identificarlo. Ya que se deben orientar los esfuerzos al desarrollo e implementación de estructuras que representen valor para la empresa. Para conseguir esto podemos utilizar diferentes herramientas para validar el impacto, por ejemplo, una gráfica de tiempo y ubicar las funciones dentro de ese espectro o un gráfico de valor estratégico frente a la complejidad. Lo importante no es con que, si no su resultado.

Bien, ahora como podemos identificar esas características como funcionales y no funcionales. Esto también es muy fácil de identificar. Los aspectos funcionales son aquellos que explican como desarrollar alguna actividad o proceso. Y los no funcionales se orientan a la calidad. Es decir, me permiten medir y validar los aspectos funcionales. Por ejemplo, funcional seria la gestión de clientes y no funcional las métricas que se utilizan dentro de ese proceso.

Una vez se detectan las soluciones a implementar hay que avanzar a la siguiente fase de ADM. Para hacer este paso podemos utilizar tres herramientas.

  1. Matriz de interoperabilidad: Para entender la interoperabilidad dentro de la arquitectura. Es decir, conocer cómo se comunican los diferentes elementos de la arquitectura.
  2. Evaluación de la preparación al cambio: Consiste en medir que tan preparada esta la organización para aceptar el cambio que se propone. TOGAF propone El programa de transformación y capacitación del negocio. Aunque estas no son camisa de fuerza. Recordemos que este marco es muy flexible frente a estos aspectos. Y hay que si o si hacer esta tarea. Ya que la mayoría de veces la arquitectura falla por que la organización no esta dispuesta a aceptar el cambio. A continuación, listare algunos aspectos con los que se debe trabajar para poder evaluar la preparación al cambio. Esto para evitar esa resistencia al cambio. Y poder efectuarla de la manera mas transparente posible.
    • Visión
    • Deseo de cambio
    • Las necesidades
    • Biz case: Caso de negocio y urgencia
    • Financiación
    • Inversión
    • Gobernabilidad
    • Responsabilidad
    • Enfoque definido
    • Capacidad de TI
    • Capacidad departamental
    • Implementación de los cambios
    • Operación final de los cambios
  3. Matriz de impacto vs probabilidad: Sirve para gestionar los riesgos y ver su impacto en la organización.

Ahora si podemos iniciar con la fase de planificación de la migración de ADM. En esta fase debemos trabajar muy de cerca con la gestión de proyectos. Teniendo en cuenta sus pilares.

Si lo vemos desde este punto de vista, podemos ver que el arquitecto empresarial no es la mejor opción. A menos de que cuente con la experiencia y herramientas de gestión de proyectos. Aunque esto no suele ser una buena opción. Ya que cada una requiere cierta disciplina.

Como hemos mencionado anteriormente. Cada fase de ADM genera un entregable (documento). Esta fase no es la excepción. Aquí nuestro objetivo es generar un diagrama de Gantt detallado o un plan de migración o un plan de ruta. Junto con un contrato de arquitectura. Que básicamente es el plano de la arquitectura que se piensa implementar. Aquí se definen claramente los objetivos y recursos necesarios. Para esta fase orientamos nuestro esfuerzo a analizar el modelo estratégico, arquitectónico y de solución. Podemos tener una perspectiva de análisis y revisión de abajo hacia arriba o viceversa.

Después de esta fase lo que generamos como tal es la arquitectura. Es decir que ahora estamos en la fase de gobierno de la implementación del proceso ADM. Ya tenemos nuestro producto listo para implementar, las estrategias definidas y el plan de implementación. Así que nuestro foco es revisar ese entregable y ver como el equipo de desarrollo ejecuta la arquitectura y la implementación. Para esto dentro del contrato de arquitectura van los lineamientos, además de todos los entregables que se tienen hasta ahora. Para ir evaluando y midiendo el avance. Algo importante es que dividimos la carga arquitectónica en varios niveles, por lo que es importante evaluar cada uno de estos y no solo a nivel global.

Ahora que se está implementando la arquitectura, pueden surgir cambios. Estos cambios van enfocados a cambios de la propia arquitectura. Por ejemplo, durante la implementación se detectó que un proceso de la organización no se adapta completamente a un bloque que se creó. Hay dos alternativas, modificar el bloque o reestructurar el proceso arquitectónico. Cualquiera de las dos opciones me va a generar un proceso de implementación incremental o un nuevo proceso de ADM.